Iquique, por muy bellas playas y vida nocturna que tenga no se limita solamente a esas envidiables atracciones. Además de todo el litoral costero existen muchos lugares y atracciones a sólo algunas horas de la ciudad que mucha gente, incluyendo sus residentes no conocen. Este será un repaso no del todo exhaustivo, y aunque algunos quizás ya hayan tenido el gusto de conocer alguno de estos lugares, podría aportar que no hay llegado a conocerlos todos.
1. El campo geotérmico de Puchuldiza: Ubicado a unos 200 kilómetros al noreste de Iquique, se trata de un campo geotérmico, remanente de la actividad volcánica del cercano volcán de Isluga. Una maravilla de la naturaleza y un verdadero espectáculo, dado que en medio del desierto altiplánico se pueden ver chorros de agua y vapor hirviendo alcanzando en ocasiones los 10 metros de altura y, los cuales, durante el invierno y debido a las bajas temperaturas llegan a congelarse en grandes témpanos de hielo. Sin duda ofrecen un paisaje sobrecogedor que no mucha gente llega a conocer cuando visitan la región de Tarapacá.
2. Las lagunas roja, verde y amarilla: Míticas lagunas “hermanas” que, a pesar de ser conocidas por las comunidades al formar parte de sus relatos ancestrales, permanecieron prácticamente desconocidas para el público en general hasta aproximadamente el año 2009. Se encuentran a unos 3.700 metros sobre el nivel del mar, y debido a lo anteriormente mencionado, aún se encuentran rodeadas de misterio dado que no se han realizado mayores estudios científicos con respecto a su composición química y el motivo de sus distintivos colores. Cabe destacar que si se tiene la suerte de visitarlas se deben tratar con sumo respeto, sin llegar a “bañarse” o sumergirse en sus aguas, dado que además de tratarse de sitios sagrados, se le atribuyen poderes sobrenaturales y mala fortuna a quienes llegasen a profanarlas de alguna manera.
3. El parque nacional Volcán Isluga: Ubicado en medio del altiplano y contando con una superficie de 174.744 hectáreas. cuenta con un increíble relieve de alturas y con una fabulosa flora y fauna, las cuales se extienden entre la precordillera y el Altiplano Andino. El sector fue declarado parque nacional en el año 1967, en un esfuerzo por preservar su diversidad de flora y fauna.
4. Huasquiña: Ubicado a tan sólo unas 2 horas desde Iquique, el pueblo de Huasquiña es una localidad muy pequeña, cuenta con el monumento nacional de la iglesia de Huasquiña, cuya construcción se remonta hacia el año 1752, según se lee en la inscripción de la entrada y reedificada en 1885, fecha inscrita en la dovela superior o clave de la ventana ubicada en el muro testero.
Recientemente se ha impulsado una iniciativa por su comunidad para reactivar la economía local mediante el turismo ecuestre, por lo que ahora se puede disfrutar de sus paisajes y de sus rutas ancestrales cubiertas de petroglifos realizando un paseo guiado a lomo de caballos.
5. Salar de Coipasa: Localizado entre la frontera de Bolivia con Chile, por lo que el salar pertenece a ambas naciones. Presenta un increíble paisaje, el cual, entre los meses de enero y febrero, y gracias a las usuales lluvias altiplánicas que se producen en esas fechas, convienen su superficie en un inmenso espejo, difuminando la línea del horizonte dando un espectáculo único. Cabe destacar que dicho fenómeno depende bastante de “capricho” del clima, por lo que no se puede asegurar al 100% que se produzca.
El salar presenta un espesor máximo de 100 metros en capas superpuestas de uno a dos metros de grosor. Es el segundo salar más grande de Bolivia, después del salar de Uyuni, y rodea enteramente al lago Coipasa. Las rocas que rodean al salar son principalmente volcánicas incluyendo afloramientos esporádicos de rocas sedimentarias al oeste del salar.
6. Valle de la Felicidad: Ubicado a casi 4.000 metros sobre el nivel del mar, en la ruta entre Colchane e Iquique encontramos un curioso sector conocido como “el valle de la felicidad”, se trata de un conjunto bastante peculiar de rocas que se alzan hacia el cielo, de un color rojizo y claramente afectado por el efecto de la erosión del viento y las lluvias.
7. Petroglifos de Chillayza: Ubicado en plena quebrada de Camiña, se encuentra un increíble sitio en donde encontramos pinturas y petroglifos precolombinos realizados por los pueblos originarios de la región. Algunos datados en 3.000 años de antigüedad. Muestran un gran número de actividades como la cacería, cosechas, etc. Algunos estudios recientes incluso sugieren que, a medida que la colonización hispánica avanzaba se comenzó a apreciar motivos cristianos junto a los petroglifos más recientes del sector (de unos 400 años atrás). Sin duda un sitio que hace reflexionar en cómo los pueblos originarios percibían sus vidas, su ambiente natural y los posteriores cambios culturales de la conquista española.