
Puna o mal de altura: guía práctica antes de subir a Chusmiza
Si estás preparando tu viaje a Chusmiza (~3.000 m s. n. m.), esta guía es para ti. La altura puede afectar a cualquiera —sí, también a personas muy en forma— y la mejor herramienta es informarse y planificar. Aquí te explicamos qué es la puna (mal de altura), cómo prevenirla y por qué pernoctar en Chusmiza es una excelente estrategia de aclimatación antes de seguir a zonas más altas como el Parque Nacional Volcán Isluga.
Aviso importante: Esta guía es informativa. Ante cualquier duda o condición de salud, consulta siempre a un profesional de la salud.
¿Qué es la “puna” o mal de altura?
Es un conjunto de síntomas que puede aparecer desde ~2.500–3.000 m s. n. m. Los más comunes son dolor de cabeza, náuseas, mareo, fatiga, pérdida de apetito y sueño inquieto. En casos poco frecuentes, pueden presentarse cuadros graves (edema cerebral o pulmonar de altura) que requieren atención urgente.
Por qué Chusmiza es tu base de aclimatación
Pernoctar en Chusmiza permite aplicar la lógica “sube alto, duerme más bajo”: te expones gradualmente a la altura con actividades suaves durante el día y descansas a una altitud menor por la noche.
Beneficios clave:
- Adaptación progresiva de respiración y sueño.
- Plan B cercano si necesitas bajar.
- Logística simple para salidas diarias a puntos más altos (p. ej., Isluga) y retorno seguro.
Mini-itinerario sugerido
- Día 1: Llegada a Chusmiza → hidratación, caminata corta, cena liviana y pernocta.
- Día 2: Excursión diurna a mayor altitud (baja-media intensidad) → retorno y pernocta en Chusmiza.
- Día 3 (opcional): Nueva salida un poco más exigente solo si no tuviste síntomas.
Si presentas síntomas en Chusmiza, no aumentes altitud al día siguiente. Prioriza descanso; si no ceden o empeoran, desciende y consulta.
Cómo prevenir la puna: antes, durante y después
Antes de subir
- Planifica gradualidad si vas a dormir en altura.
- Descansa bien los días previos; evita trasnochos y resacas.
- Consulta médica si estás embarazada, tienes condiciones cardiorrespiratorias, anemia, viajas con niños o mayores, o ya sufriste mal de altura.
- Nada de automedicación. La profilaxis (p. ej., acetazolamida) solo con indicación profesional.
Durante el ascenso y la primera noche en Chusmiza
- Ritmo lento y constante + paradas cortas para hidratarte.
- Hidratación a sorbos y comidas livianas (más carbohidratos, menos grasas).
- Clave – Primera noche: evita alimentos pesados (fritos, muy grasos, porciones grandes). Facilitar la digestión mejora el descanso en altura.
- Sin alcohol ni sedantes las primeras 24–48 h (empeoran la respiración al dormir).
- Escucha tu cuerpo: si hay dolor de cabeza/mareo, descansa y no asciendas más ese día.
Al descender (de vuelta a menor altitud)
- Puede haber “rebote” (cefalea, somnolencia, malestar) si estabas deshidratado o muy cansado.
- Mantén hidratación y comidas ligeras por 24–48 h.
- Evita conducir si te sientes mareado.
- Consulta si aparecen síntomas respiratorios o neurológicos intensos.
Señales a vigilar
Comunes (mal agudo de montaña): dolor de cabeza, náuseas, mareo, cansancio, mal dormir, falta de apetito.
Alarma (urgencia): confusión, dificultad para caminar en línea recta, falta de aire en reposo, tos persistente (a veces espumosa), labios/dedos azulados, dolor de cabeza intenso que no cede.
Regla de oro: con síntomas no sigas ascendiendo; si empeoran, desciende y busca evaluación médica.
Viajar con niños, mayores y condiciones especiales
Sí se puede, pero con itinerarios más graduales y vigilancia cercana. Para cardiopatías, EPOC, anemia, embarazo u otras condiciones, la evaluación médica previa es obligatoria y el plan debe ser personalizado.
Checklist rápido
- Botella de agua reutilizable y snacks livianos.
- Abrigo por capas, gorro, bloqueador, lentes de sol, calzado con buen agarre.
- Botiquín básico y analgésico habitual (si tu médico lo aprueba).
- Seguro/contacto médico y un plan claro de acción si te sientes mal.
Cierre
Para disfrutar la precordillera y el altiplano con seguridad: sube despacio, hidrátate, come liviano (sobre todo la primera noche), descansa y escucha tu cuerpo.
Chusmiza es tu punto clave de aclimatación para luego explorar lugares más altos como Isluga. Y recuerda: ante cualquier duda, consulta a un profesional de la salud.